«En cumplimiento de la nueva disposición adicional de la Ley Orgánica de Educación, no pueden grabar ustedes a sus hijos en el interior del centro». Este mensaje u otro muy similar es el que han recibido los padres y madres de todos los centros de enseñanza menorquines, salvo los universitarios, en los momentos previos a los habituales festivales navideños que han organizado estos días los colegios para cerrar el trimestre.
Algunos conocían la implantación de la rígida normativa aprobada el pasado mes de mayo, otros no prestaron excesiva atención cuando se les explicó en reuniones o a través de circulares informativas a principio de curso. En todo caso, la aplicación de las directrices relacionadas con la protección de datos y el uso de imágenes y voces de los alumnos ha abierto un debate y generado no poco rechazo entre quienes consideran estas medidas excesivas. «Se ha pasado de la permisividad total a la prohibición total», comenta un padre del colegio La Salle Alaior.
Ahora son los responsables de los colegios los únicos que pueden tomar imágenes de esos festivales internos o de cualquier otra actividad dentro del centro y posteriormente enviarlas a los padres o tutores. «Si alguno no autoriza que su hijo aparezca ya nos cuidamos nosotros de pixelarla», explica Ricard Pons, director del colegio Mare de Déu del Carme, de Maó.
la cuestio no es que es tingui que respetar la proteccio dels infants, si no que la realiat en el fons es que els centros tindran contratats a profesionals per fer aquestas fotos o filmacions, es donaran beneficis a amics dels centras que a la llarga la pagaran els pares, la pela es la pela.