Casa Ládico ha pasado a la propiedad de un grupo hotelero mallorquín, cuya identidad no se ha dado a conocer por razones de confidencialidad, al igual que el importe de la tasación. El hotel de interior ubicado en la calle Anuncivay, en el centro de Maó, es uno de los activos de Negocios Pequeños y Sostenibles (Nepeyso), la sociedad sobre la que se ha ejecutado la operación de compraventa la semana pasada.
La transformación del emblemático edificio en hotel fue acometida por los hermanos Luis y Carlos Sintes en 2016 y el hotel abrió sus puertas en abril del año siguiente. Por tanto, no ha cumplido los dos años completos de funcionamiento en el momento de la transacción. Ese es uno de los motivos por los que la operación ha causado sorpresa en el mundo de los negocios, aunque algunos empresarios relativizan esa sensación ante el aumento de operaciones de estas características que se ha registrado en los últimos meses.
Para todos aquellos comentarios nefastos, denigrantes contra el turismo de la isla, los empresarios y en concreto los Sintes, he de decirles que la envidia no es sana. En segundo lugar, para aquellos que hablan sin saber que se callen y no opinen sobre la operación En tercer lugar, los Sintes han dedicado toda su vida a potenciar y crecer el turismo de la isla contribuyendo a potenciar la Isla como lugar de referencia. De tal modo que si venden, es porque ellos han creído que era la mejor opción. Dejen de criticar, de opinar de envidiar, de rojos, azules y verdes, y contribuyan a mejorar la isla.