El hotel Castell Playa no estará abierto esta temporada de verano. Problemas estructurales son la causa de la decisión, según ha confirmado una portavoz de la empresa, el grupo Matutes, a la que pertenece el establecimiento.
No se han dado más explicaciones sobre las deficiencias de estructura que han llevado a tomar una decisión tan drástica. Los problemas habían sido advertidos el año pasado y confirmados a través de las catas realizadas en octubre, justo al finalizar la última temporada.
De hecho, la empresa solicitó en ese periodo licencia de obras para iniciar la reparación. En noviembre recibió la autorización del Ayuntamento de Es Mercadal, si bien no se ha acometido o, al menos, no de forma visible desde el exterior.
El deterioro que causa la humedad por su proximidad al mar o la naturaleza de los materiales aparecen como el origen de los males detectados en la estructura del inmueble. El edificio fue construido a principios de los años 70 y, al margen de esos problemas y el matenimiento que se haya llevado a cabo, estaría acusando problemas lógicos de la antigüedad que soporta.