El informe anual de la Sindicatura de Greuges del Consell advierte de entrada del general desconocimiento de este organismo, formado por Emili de Balanzó, Gràcia Seguí y José Barber y creado con la misión de defender los derechos de los ciudadanos en sus relaciones con el Consell. Tan poco predicamento lo constata el balance de su actividad el año pasado.
Abrió en ese periodo 19 expedientes, de los que siete no eran competencia de la Sindicatura porque correspondían a la Administración autonómica (tres) o a la municipal (cuatro). De los relacionados con su competencia, el área de servicios generales es el que más quejas ha levantado entre los administrados, tres, una más que Bienestar Social.
El trabajo de los síndicos ha desestimado tres después de haber sido analizado e informado su contenido, y ha dado respuesta efectiva a nueve, con cinco peticiones resueltas y cuatro más en trámite. Pobre balance, según reconoce el informe. Además de lamentar la ignorancia general sobre sus existencia y funciones, expresa un lamento relacionado con la petición efectuada hace dos años a la Presidencia del Consell para coordinar con los ayuntamientos una normativa de ordenanzas, del ruido en particular, que elimine la actuales diferencias y facilite su aplicación. «Seguimos esperando respuesta». Por otro lado, con el fin de divulgar su cometido y la oportunidad que la Sindicatura de Greuges representa para los ciudadanos, se ha propuesto como objetivo prioritario la creación y puesta en marcha de una web y un logotipo propios, que identifiquen «de manera sencilla pero clara, nuestra total independencia del Consell».