Una concentración pequeña en número, entre 40 y 50 personas, pero grande en emoción y en rabia por lo que está sucediendo en su país, en Venezuela, un sentimiento en la distancia con familiares que quedaron atrás y el inicio de cero de una nueva vida en la diáspora, con hijos distribuidos entre Estados Unidos, Sudamérica, España..., la lista es larga. Una representación del colectivo venezolano que reside en Menorca se concentró ayer tarde en la plaza Explanada de Maó para expresar su repulsa por el régimen de Nicolás Maduro y la crisis que está viviendo su país. Por la concentración se dejaron ver algunos políticos menorquines del PP ?su presidenta Misericordia Sugrañes, y la número uno al Parlament, Salomé Cabrera?, de Vox y también de Ciudadanos.
La médico Briseida Gil tomó la palabra y no se contuvo en calificativos hacia Maduro. Repudió «la violación de derechos humanos» y un «régimen dictatorial que ha instaurado una falsa democracia en función de intereses económicos».