Los emprendedores menorquines reunidos este miércoles en el Ateneu de Maó por el Cercle d'Economia coincidieron en señalar que el empresario no solo nace, por tradición familiar, sino que también se hace, y que la educación juega un papel fundamental para incentivar ese empuje que lleva a materializar una idea de negocio, aún a riesgo de equivocarse.
La entidad cultural acogió una mesa redonda bajo el título «¿Quo vadis Menorca?» para intentar esclarecer cómo mejorar la estructura económica de la Isla que levantó un gran interés y llenó la sala de actos. Bajo la batuta del moderador Joaquim Coello, ingeniero naval, expresidente del Port de Barcelona y socio del Cercle d'Economia de Menorca, los ponentes Pedro Díaz Montañés, ingeniero industrial; José Luis Sastre, CEO del Grupo Sasga; Jacinto Seguí Dolz del Castellar, ingeniero naval; y Jesús Vidal Coll, director general de la empresa bisutera Vidal & Vidal, expusieron su visión sobre la realidad socioeconómica menorquina. Uno de los aspectos más debatidos fue cómo lograr profesionales cualificados para las empresas y, en este sentido, recuperar el talento joven que ha dejado Menorca para estudiar y no regresa. También se buscaron motivos a un cambio social que, a juzgar por el menor número de empresas creado en Menorca respecto al resto de Balears, es evidente: hay más aversión al riesgo en las nuevas generaciones y les cuesta emprender.