El arreglo de los desperfectos en el firme de la Vía de Ronda de Maó aguarda ya más de un año, y el Ayuntamiento no tiene previsto ejecutar la mejora a corto plazo, en los meses de septiembre y octubre, ya que se está estudiando el encaje de esta actuación en los presupuestos municipales.
Así lo afirmó ayer la teniente de alcalde de Urbanismo y Obra Pública, Dolores Antonio. La concejal no concretó plazos de la mejora comprometida sino que se limitó a señalar que se sigue en conversaciones con el Consell para acometerla de manera conjunta.
Sin embargo, en el departamento de Movilidad tampoco se tiene constancia de este proyecto. La consellera del área, Francesca Gomis asegura eso sí que la institución insular revisará el estado de los tramos de la carretera que son de su competencia para repararlos si así lo requieren, aunque tampoco hay una partida concreta para la vía de circunvalación, que según los indicadores del Consell es la carretera más transitada de la Isla, con más de 28.000 vehículos diarios.
El mal estado de algunos tramos de la Ronda motivó las quejas de usuarios por la falta de seguridad y ante el deterioro de la vía fuentes municipales señalaron que se coordinaría una intervención definitiva en toda la carretera junto con el Consell, en lugar de realizar arreglos y bacheos puntuales que tienen una duración limitada. Eso fue a comienzos de septiembre de 2018 y el arreglo sigue a la espera. Básicamente se trata de una mejora integral de la calzada, en la que ahora abundan las grietas, los parches sobre el asfalto y los baches. La ronda de Maó se construyó en los años 90 como vía perimetral, para sacar el tráfico de la ciudad, cuyos límites antes de la urbanización de esa zona llegaban hasta la calle San Manuel.
Con el tiempo el crecimiento urbano ha convertido la Vía de Ronda en una calle más, la Avenida Francesc Femenias. Los tramos de titularidad municipal son los comprendidos entre la rotonda de Abu Umar y la del cementerio, y desde ese punto hasta la intersección con la carretera Maó-Sant Lluís (Me-8), donde se haya la gasolinera Depaso. A partir de ese punto la competencia es del Consell hasta la rotonda del cruce entre la carretera de Maó-Fornells con los desvíos hacia Cala Llonga y la Colàrsega del puerto.
Si hay un referendun sobre si es necesario el Consell Insular, solo con el voto de las 400 familias que tienen un suelgo asegurado todo el año del CIME, ya te puedes imaginar el resultado. Y con el "todo el mundo puede presentarse a las oposiciones", el servicio y el coste que recibimos los contribuyentes, queda completamente justificado.