El conseller balear de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir, hizo este lunes balance de la campaña estival del servicio de vigilancia de la posidonia, que ha estado en funcionamiento en Menorca del 1 de junio al 30 de septiembre con un resultado de 12.347 actuaciones, la gran mayoría, 8.369, de carácter preventivo, informando y asesorando a patrones de embarcaciones, mientras que las verificaciones sobre el agua se han elevado a 3.091. Cerca de un tercio de los yates, 887, han tenido que cambiar de lugar de fondeo tras comprobarse que estaban anclados sobre posidonia, 247 más que en la campaña del año pasado.
Las cifras contrastan con las obtenidas en otras islas como Eivissa, donde el número de actuaciones de comprobación de la ubicación de las embarcaciones se ha elevado hasta las 31.921, con un balance de 2.365 yates reubicados por estar mal fondeados, lo que arroja un porcentaje del 7,4 por ciento. Todavía llaman más la atención los resultados de la campaña en Formentera, con 39.779 comprobaciones de fondeo y 376 embarcaciones obligadas a cambiar de ubicación, menos del uno por ciento. En cambio, en Mallorca el número de comprobaciones sobre el mar ha sido de 11.416 y el de yates movidos de sitio, de 4.876, el 42,7 por ciento.
Explico un poco como funciona esto. Primero durante algún tiempo los guardianes de la posidonia te acosan según apareces por la zona vigilada. Después de unos dos años se coloca unas boyas ecológicas cuyo uso obviamente se cobra.Negocio redondo . Por cierto, es curioso ver como este verano, mientras yo y otros salíamos escopetados de la zona, tras recibir una amable charleta del guaradabosques, los no-forasters que estaban fondeados al lado tuyo, seguían en el mismo lugar cinco horas después.