Si la distribución de la ecotasa ha causado decepción y críticas entre los alcaldes menorquines porque no se ha incluido ni uno solo de sus proyectos, en Eivissa el fiasco ha sido mayúsculo, al comparar ingresos y reparto realizado por el Govern. Las cifras del impuesto reflejan que Eivissa recauda 18,7 millones de euros y sin embargo recibe solo 10,9 millones en inversiones directas con cargo a este fondo.
Menorca, por su parte, ingresa 10,2 millones y recuperará este año 14,3 millones en inversiones directas, una diferencia que abona la indignación de las instituciones y el empresariado turístico pitiuso. Los números muestran que Eivissa recibe la mitad de lo que recauda, mientras que Menorca logra cuatro millones más de lo ingresado por el impuesto. Recuerdan además desde las Pitïuses el mayor peso de su industria turística, con más del doble de visitantes que Menorca: 3,2 millones frente a 1,4.
Fines desvirtuados
La segunda parte del disgusto tiene la misma explicación que la ofrecida por colectivos empresariales y voces en todo el archipiélago, el destino de los fondos de la ecotasa poco o nada tienen que ver con los que motivaron su implantación.
El presidente del Consell pitiuso, Vicent Torres, el único de las Islas gobernado por el PP, agrega la incertidumbre que ha generado la ejecución de los poyectos que han de financiarse con estos fondos por la demora acumulada. «Será muy difícil saber qué llega y cuándo», afirma, «aunque todo lo que se haga será bienvenido». Algunos sectores empresariales hablan directamente de estafa.
Una vez sabido que el Govern acapara 100 millones de los 105 destinados a inversiones, Eivissa reclama que cada isla reciba el dinero que recauda y poder decicidir los proyectos en su territorio. Resulta sorprendente que, por ejemplo, Formentera, isla que no tiene aeropuerto, vaya a recibir 16.500 euros como parte de un supuesto plan que ha anunciado el Govern con recursos de la ecotasa para fomentar la conectividad aérea de Balears.
Para la isla de Eivissa, dentro de los proyectos aprobados por el Govern, solo se ha incluido uno por valor de 853.461 euros referido a control de especies invasoras.
Aparte de denunciar el notable desequilibrio entre islas de la ecotasa, los ibicencos coinciden con los menorquines en el pago a través de la recaudación de la ecotasa de infraestructuras, cuya financiación figura en los Presupuestos de la Comunidad. Este impuesto, apuntan aquí y allí, debe dedicarse a fines de medio ambiente y sostenibilidad.