Los dos locales de propiedad municipal situados en el puerto interior de Ciutadella, en la zona de la antigua muralla, no volverán a ser restaurantes, como así lo han sido los últimos años. La normativa vigente dificulta que en estos locales se pueda seguir (tras el nuevo concurso para gestionar estos espacios públicos) dando un uso de restauración, sobre todo por la imposibilidad de instalar unos sistemas de extracción de humos acorde con la protección de la antigua muralla, que es un Bien de Interés Cultural (BIC).
Así lo afirma la alcaldesa Joana Gomila tras analizar qué posibles usos se les puede dar a estos locales, antes de licitar el nuevo concurso, después de que en octubre expiraran las antiguas concesiones vigentes al menos durante los últimos diez años. Sus usos todavía no están definidos, pero podrían acoger algún tipo de actividad comercial o convertirse en bares, cafeterías o heladerías.