Los promotores de Son Salomó han solicitado al Ayuntamiento de Ciutadella el pago de las tasas para poder empezar las obras de ampliación del parque fotovoltaico, el mayor proyecto tramitado y que permitirá dar el salto definitivo hacia la transición energética. Lo pidieron antes de la reunión de este jueves y, por tanto, sin que existiera aún -y tampoco existe ahora- un acuerdo con la Sociedad Histórico Arqueológica Martí i Bella.
El tiempo corre y el proyecto debe estar en funcionamiento antes de que acabe el 2022 para no perder la subvención del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) de 7,2 millones.
Hay que recordar que tienen vía libre para el inicio de las obras, aunque el proyecto no ha empezado a desarrollarse a la espera de estas negociaciones y la consiguiente retirada de los contenciosos judiciales y recursos administrativos que las entidades proteccionistas de los bienes de Punta Nati mantienen.
Pero, en base a sus últimos movimientos, la empresa se ha hartado. Mantiene el objetivo de hacerlo con un acuerdo, pero si no es viable y acaba dándose por zanjada esta opción, no tendrá más remedio que empezar las obras sin este acuerdo. Eso sí, será con un ojo puesto en el desenlace de los tres contenciosos que hay interpuestos y que podrían acabar con la aplicación de medidas cautelares y la paralización del proyecto.
La empresa Ceconat, promotora del proyecto, y miembros de la junta directiva de la ‘Martí i Bella' mantuvieron este jueves una nueva reunión. Fue «un encuentro de trabajo» con el que no se pretendía salir con un acuerdo cerrado, según la ‘Martí i Bella' y el Consell. El resultado definitivo de estas negociaciones podría producirse en un plazo de un mes cuando se prevé una nueva cita entre las partes. El conseller de Cultura, Miquel Àngel Maria, confía en que «en menos de un mes tendremos un punto y final». Aún no hay fecha.