El empresario asturiano de la sanidad privada Víctor Madera sigue agrandando su cartera de propiedades en Menorca. Según ha podido confirmar este diario, su última adquisición ha sido el emblemático predio de Son Vell, ubicado en el sur del término municipal de Ciutadella, que ha adquirido por una cantidad no revelada a la sociedad madrileña Moreno Manso SL. El lloc cuenta con licencia de obras para abrir un agroturismo polémico por sus dimensiones, atípicas en un establecimiento en rústico, con 56 habitaciones y una capacidad de alojamiento de 109 plazas. Sin embargo, la intención del nuevo promotor es reconducir el proyecto –cuyas obras iniciales han sido paralizadas– para reducir drásticamente su tamaño.
El empresario ha asegurado a este diario que su equipo técnico ya se ha reunido con el Ayuntamiento de Ciutadella para trasladar su intención de proseguir con la tramitación del proyecto presentado por el anterior promotor, «pero con una reducción de las dimensiones y volúmenes, con menos habitaciones y plazas, para ejecutar un proyecto que respete las cases de lloc y de acuerdo con una filosofía respetuosa para evitar alteraciones o impactos», en palabras de Madera. El temor del empresario es que ese replanteamiento del proyecto inicial, en su momento fuertemente contestado desde el GOB, eternice la tramitación para obtener las autorizaciones pertinentes.
En ese sentido, ha expresado a las administraciones insulares su deseo de encontrar la manera de no tener que volver a tramitar el proyecto desde cero, teniendo en cuenta que los anteriores promotores tardaron alrededor de cinco años en lograr la licencia, otorgada el 20 de febrero del año pasado. Los técnicos y asesores del empresario están trabajando en la reformulación del proyecto con la firme intención de cumplir con la normativa vigente, diferente de la que permitió que los anteriores promotores lograr el interés general para un agroturismo de dimensiones muy superiores a las habituales. Hay que tener en cuenta que los agroturismos actualmente en explotación en Menorca tienen una capacidad media de alojamiento de 20 plazas.
En este punto cabe recordar en qué consiste el proyecto actual. Amparado en la Ley Turística del año 2012 y en la Norma Territorial Transitoria, los promotores lograron dar uso turístico no solo al conjunto de las cases de lloc, donde preveía ubicar 15 habitaciones, sino que también hacían uso de boyeras recientes, con 41 habitaciones previstas. Cuatro de estas boyeras fueron construidas entre 2010 y 2012 y otro módulo se remonta a los años 90. Con la legislación actual esas construcciones recientes sin interés arquitectónico ni situación de degradación y obsolescencia para el uso agrario no se pueden destinar a la actividad turística. También hay que tener en cuenta que la Llei Agrària balear aprobada a principios del año pasado establece un límite de 24 plazas (doce habitaciones dobles) para los agroturismos. La conclusión lógica es que la reconducción del proyecto con las reglas del juego actuales supondría una reducción drástica de la capacidad de alojamiento.
El conseller de Economía y Territorio, Miquel Company, avanzaban ayer, a la espera de analizar en profundidad la cuestión, que en principio desde el Consell consideran que teniendo en cuenta que se trata de una reducción del proyecto, no sería necesario volver a tramitar la declaración de interés general. Asimismo expresaba la voluntad del ente insular de «favorecer y agilizar un mejor dimensionamiento de los establecimientos».
Con la adquisición de Son Vell, Víctor Madera ya es propietario de un total de ocho fincas rústicas en la Isla (Son Vell, Santa Anna, Tirant Vell, Torre del Ram, Son Ermità, Binidelfà, Son Rubí y Son Vivó), además de algo más de un 40 por ciento de la casa señorial Squella de Ciutadella y de la Illa d'en Colom. En cinco de esas fincas rústicas, Son Vell al margen, ya está tramitando la apertura de cuatro agroturismos y un hotel rural. En el caso de Santa Anna ya tiene la declaración de interés general.