Una veintena de iglesias de Menorca oficiaron ayer las primeras misas presenciales que se permiten desde la declaración del estado de alarma. La entrada en vigor de la fase 1 de la desescalada ha permitido a la diócesis reabrir los templos y el culto siguiendo las recomendaciones sanitarias en una jornada que se desarrolló con normalidad.
La restricción más importante de esta fase es la limitación de la asistencia de fieles al 30 por ciento del aforo. Para evitar aglomeraciones, los domingos se ampliará el número de misas. Con carácter general, se recomienda a los asistentes el uso de mascarilla y del gel hidroalcohólico que encontrarán a la entrada de cada iglesia. Se han vaciado las picas de agua bendita y se prohíbe tocar las imágenes. A las personas de riesgo se les sigue recomendando que sigan la eucaristía por televisión, radio o internet.
Además del culto religioso, la entrada en la fase 1 permite volver a celebrar funerales con un un máximo de 15 personas asistentes más el oficiante. La asistencia a velatorios puede ser de 15 personas si se llevan a cabo en un espacio abierto o de 10 en un espacio cerrado.
Las mezquitas, en junio
Por otra parte, la Comisión Islámica de Balears recomendó ayer a las mezquitas que esperen a reabrir sus puertas al próximo 10 de junio coincidiendo con la fase 3 del plan de desescalada.