Llegan más maletas para quedarse que las que se van. Y año tras año la diferencia entre los que se trasladan a la Isla para vivir y los que abandonan se engrosa. Así se desprende de los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística sobre variaciones residenciales del 2019 que recoge el número de movimientos por cambios de residencia tanto de personas que llegan como de las que se van. El año pasado se produjeron en los padrones municipales un total de 8.233 altas de personas que decidieron ubicar su vivienda en la Isla. En cambio, hubo 5.922 bajas en el padrón, es decir, personas que emprendieron el camino contrario. Estas cifras anotan un saldo positivo de 2.311 residentes que la Isla ha ganado en un solo año. Hay que puntualizar que las cifras que publica el INE se refieren a movimientos registrados, desde el punto de vista de que una misma persona podría haber cambiado de residencia en más de una ocasión.
La diferencia entre altas y bajas se ha ido engrosando año tras año, desde el punto de vista de que en 2015 Menorca registraba un saldo negativo, es decir, se marchaban más que los que regresaban. Desde ese momento se produjo un cambio de tendencia que cada año se ha ido intensificando.
En cuanto a los nuevos residentes, el 74 por ciento de las altas proceden de otras comunidades autónomas (3.825 de ellos) o se trata de movimientos dentro del mismo archipiélago (2.267 nuevas altas). En cambio, el 26 por ciento restante son ciudadanos que tenían ubicada su residencia en el exterior, cogieron sus bártulos y echaron el ancla en la Isla. En el caso del movimiento interior, hay que señalar que 1.288 vinieron procedentes de Cataluña. En lo que respecta a las altas procedentes de fuera de España, son en su mayoría, ciudadanos llegados del continente americano, sobre todo de Colombia, Argentina y Ecuador. En cuanto a Europa, una gran número vivía en Reino Unido. También en Italia, aunque en menor medida. Y en cuanto a africanos, el grueso procede de Marruecos.
En lo que se refiere a las bajas por cambio de residencia, son muy pocos los que se han marchado al extranjero, solo un 13 por ciento. La mayoría se queda en España (5.159 movimientos) con un volumen notable de ciudadanos que cambian de isla o de municipio. En concreto, el año pasado fueron 2.355 los movimientos de salida, aunque sin abandonar Balears. Otros 2.804 cambiaron de comunidad autónoma. 811 se marcharon a Cataluña. Y fueron más los ciudadanos que se fueron a vivir a Andalucía que los que lo hicieron en dirección a Madrid.
Escorca fue el único municipio de Balears que perdió residentes.