La denuncia sobre las irregularidades del matadero efectuada por el PP y llevada al pleno del jueves concluyó con el firme propósito del equipo de gobierno de subsanar las deficiencias detectadas. El acto de contrición de la concejala Sandra Moll, responsable del área, al reconocer que no hubo un seguimiento exhaustivo del contrato y el anuncio de que se ha iniciado el proceso para un nuevo contrato allanó el camino de la disputa política hasta el punto de que la moción popular fue aprobada por unanimidad.
Joan Benejam, del PP, desgranó el cúmulo de deficiencias desde que en 2008 fuera adjudicado a «Serveis Escorxador». «Hoy tenemos un contrato vencido y una modificación unilateral del precio del transporte de la carne, que hasta noviembre de 2018 se facturaba a 0,0256 euros el kilo y desde esa fecha a 0,2562», expuso. «Hasta que el PP descubre el pastel, nadie había visto que el coste se había multiplicado», agregó.
Esa modificación supone que el Ayuntamiento viene pagando desde entonces 17.000 euros más al mes y la situación ha derivado hasta el punto de que el servicio lo realizan «empresas que nada tienen que ver con el contrato inicial», según dijo, ante la pasividad de la concejala, que no lo advirtió o no hizo nada.
Autorización
La gestora del matadero debió haber pedido la autorización para el cambio «y motivar la actualización de precios», dijo públicamente en un reconocimiento de que las cosas se habían hecho mal durante su mandato anterior. Y por ello anunció que no hay otro camino que el de subsanar cuanto antes las irregularidades.
La asunción de culpa fue mejor defensa que la estrategia con la que inició su intervención hablando de las penosas condiciones en las que encontró el matadero a su llegada a la política municipal cinco años atrás. Entonces había tasas pendientes de pago reclamadas judicialmente, «hoy los pagos y facturas están al día y hay una relación sobre las mejoras realizadas».
Benejam le contestó que todos los concejales lo han encontrado en ruinas a su llegada y hacerse cargo del servicio.
Sí, hi ha molta deixadesa i "mirar cap a una altra banda" per part de s'actual govern, però lo que no diu el PP és que qui va començar i acceptar tot açò que està passant són ells mateixos. I ara, per posar-se sa medalla, fan veure que "han descobert es pastel". Patètics.