El 2 de agosto de 2018, hace dos años, el Ayuntamiento de Maó anunció la adquisición del edificio conocido como nave de la Seat, un céntrico espacio con muchos años ya en desuso que se encuentra entre el Mercat des Claustre, la Plaza Miranda y el acantilado. Se apuntó entonces que podría servir para albergar ferias, mercados o eventos culturales, pero de momento su uso futuro no está todavía decidido.
La voluntad manifiesta del equipo de gobierno municipal ha sido desde entonces convocar un proceso participativo para que la ciudadanía pueda opinar al respecto, aunque de momento no se ha iniciado. Aseguran fuentes municipales que están avanzando en su convocatoria.
En concreto, durante estos últimos dos años el equipo de gobierno municipal ha recabado la información urbanística relativa a la unidad de actuación en la que se encuentra el edificio y ha valorado posibles cambios urbanísticos que podrían llevarse a cabo en la misma para acomodar determinados usos de futuro. El objetivo es tener claro el marco normativo antes de poner en marcha el proceso participativo, que ha planificado ya una empresa especializada que se ha contratado a tal efecto. Esta información ha sido remitida al Grupo Popular, que formuló una pregunta por escrito al respecto.
Mientras tanto, la nave de la Seat no ha permanecido inactiva. De hecho, muchos vecinos de Maó han podido ver su interior desde fuera. Sus puertas se han abierto a menudo puesto que sirve de acceso y apoyo logístico para la empresa que levanta en estos momentos el ascensor del parque Rochina. La fachada, deteriorada y con ventanas rotas cuando el Consistorio compró el edificio, se ha adecentado. No en vano, será lo primero que verán aquellas personas que decidan emplear el nuevo elevador.
La nave cuenta con 1.382 metros cuadrados, con un gran espacio diáfano de una considerable altura y algo más de 1.200 metros cuadrados de superficie. Fue adquirida a la empresa Porto Real SL a cambio de cinco solares en suelo industrial valorados en 1,2 millones de euros.