La estabilidad del pacto de gobierno de Es Castell no corre peligro por el tema de la cesión de los remanentes al Gobierno, a pesar de la presión que ejerce el Pi con la amenaza de una moción de censura y el PP con la convocatoria de un pleno extraordinario monográfico con una propuesta para el rechazo de la medida. Así lo asegura Joan Serra, concejal de Som Es Castell, quien desvincula la continuidad del acuerdo con el PSOE de su voto en esta espinosa cuestión.
Como ya hizo en Maó, el PP ha forzado la convocatoria de un pleno extraordinario sobre la cesión de los remanentes. Pero los populares señalan que en Es Castell la situación es «singular y especialmente delicada» ya que «el equipo de gobierno ha perdido tres concejales (renunciaron a comienzos del verano), está en falso y dividido». Advierte que el equipo de gobierno seguirá en minoría cuando se realice este pleno y que incluso una moción de censura podría salir adelante.
Joan Serra niega la mayor. Asegura que en breve se convocará el pleno para que tomen posesión del cargo Pedro Sánchez, Ana Til (ambos del PSOE) y Maria Álvarez (Som Es Castell), por lo que la mayoría progresista quedaría restituida incluso antes de la celebración del pleno extraordinario. No obstante, todo apunta a que en esta sesión Som Es Castell se posicionaría en contra de la cesión de los remanentes a Madrid.
Según Serra, Som actuarán en coherencia con su postura manifestada hasta la fecha, sin que esta probable discrepancia con el PSOE afecte al acuerdo de gobierno. Algo similar ocurrirá, salvo sorpresa, en otros ayuntamientos, como Maó o Sant Lluís, que cuentan con aritméticas similares. La norma estatal establece que la cesión de los remanentes al Gobierno es una decisión que recae en la Alcaldía.
Desde el PP, la concejal Begoña Mercadal argumenta que en este «panorama espinoso» el pueblo «no está para conceder préstamos e hipotecar la gestión de futuros gobernantes y próximos mandatos». Joan Serra responde que los remanentes se han acumulado como consecuencia de la Ley Montoro del PP, que en el pueblo se ha aplicado, por ejemplo, con recortes «del 40 por ciento» en el servicio de limpieza.