Es frecuente de un tiempo a esta parte tropezar con un olor desagradable si se transita por la calle Josep Maria Quadrado de Maó, en la confluencia con Sant Esteve, a la altura del paso de peatones. Se trata, con toda probabilidad, de un mal funcionamiento del sistema de saneamiento del alcantarillado en ese tramo de la vía que sufren los vecinos de la zona desde hace al menos un año, ha explicado una de las afectadas.
El Ayuntamiento tuvo conocimiento de la situación por parte de los vecinos y trasladó la información a la empresa que cuida del mantenimiento, Hidrobal. La semana pasada sus operarios realizaron una primera actuación para solucionar provisonalmente el problema.
Limpiaron y rellenaron los sifones de agua, aunque la empresa admite que se trata de una cuestión de saneamiento, sobre la que debe investigar para detectar si alguno de los imbornales que recogen el agua de la lluvia ha sufrido algún corte por el que se produzcan fugas de agua. Cuando el líquido elemento se seca, sumado a las altas temperaturas, es cuando arrecian los malos olores.
Desde Hidrobal han subrayado que acabarán de revisar los imbornales de aquel tramo, aunque señalan la complejidad de la intervención puesto que es necesario cortar el tráfico para poder realizar estas labores.
Los vecinos solicitan una solución profesional «y no provisional» que acabe con las incomodidades de los malos olores, especialmente en la temporada estival cuando las ventanas de las casas pasan más tiempo abiertos y el hedor penetra en ellas.