Ferreries dejará de ingresar este año 600.000 euros de las concesiones de la playa Galdana. Es un dato concreto de los efectos que producirá en los presupuestos municipales, aprobados en 6,5 millones, la crisis de la covid-19. Supone también un argumento más en contra de la transferencia al Estado de los remanentes, unos ahorros que en el caso de este municipio son 2,8 millones.
La alcaldesa Joana Febrer reitera que solo si se planteara una cesión parcial, podría estudiarse. Sin embargo, el PP informa tras el pleno del jueves que existen discrepancias en el equipo de gobierno y que la concejala del PSOE se inclinaba por acatar la exigencia del Gobierno de Sánchez de entregar el cien por cien.
Febrer se apoya en el asesoramiento del interventor, quien sin haber presentado aún un informe detallado ya ha advertido que sin esos recursos, el ayuntamiento tendría problemas de liquidez. El PP muestra su oposición a ceder esos recursos «por ser una medida confiscadora, muy injusta y discriminatoria con aquellos pueblos que no tienen remanentes», señala el grupo de la oposición.
Geriátrico
La demora en la gestión del «nuevo geriátrico de 14 plazas residenciales adicionales ya construidas y listas», según explica el PP, fue el asunto más criticado. «Es hora de que alguien asuma la responsabilidad al más alto nivel y ponga el cargo a disposición de un mejor gestor», acusa.
Era uno de los asuntos que había motivado la convocatoria del pleno a iniciativa de los concejales del PP y la alcaldesa ya había asumido con anterioridad errores en la tramitación de los pliegos de condiciones para la contratación como razón de la demora.
Pero la explicación no ha sido suficiente. Según la versión popular, «es de una irresponsabilidad extrema no tener a día de hoy la gestión del nuevo geriátrico ya adjudicada» estando las obras de ampliación acabadas desde hace meses.
Los nuevos pliegos no están listos ni se ha ofrecido ningún plazo concreto para disponer de ellos. El equipo de gobierno admitió, según el PP, que llevó a aprobación del pleno el plan de vialidad sin contar con el visto bueno previo de los técnicos.
Para la oposición, el resultado a su demanda de información resultó decepcionante, «confirmó nuestras sospecha, existe una falta de rigor y de seriedad alarmante, junto con mucha improvisación y poco seguimiento», afirma el grupo que lidera Pedro Pons Huguet.