La curva de la pandemia en esta segunda ola, en la que continuamos inmersos, sigue «claramente en ascenso», afirmó ayer el portavoz del Comité Autonómico de Gestión de Enfermedad Infecciosas, Javier Arranz, con 245 nuevos positivos diagnosticados ayer en Balears, doce de ellos en Menorca y en solo 24 horas. A pesar de esa evolución negativa, la situación en la Isla es mejor que en el resto del archipiélago, con una tasa de positividad de las PCR realizadas, en la última semana, del 4,13 por ciento, ligeramente por encima del 4 por ciento recomendado por el Centro de Control de Enfermedades Europeo, mientras que esa misma tasa en el conjunto de Balears es del 6,84 por ciento y en Eivissa por ejemplo sube al 13,6 por ciento.
El portavoz del Govern para la pandemia afirmó que pese al aumento de casos «no nos planteamos una acción diferencial para Menorca porque la tasa de positividad va descendiendo», aseguró, a pesar de que la situación es muy variable, las circunstancias pueden cambiar de un día para otro, advirtió.
«En principio la situación de Menorca es bastante diferente», explicó, «los datos realmente han mejorado, hablamos de una incidencia acumulada de 122 y el aumento de casos ha estado muy relacionado con brotes, que después se han extendido un poco por la zona de Maó y algún repunte en Ciutadella, pero no es el mismo tipo de aumento de casos generalizado que hay en toda la ciudad de Eivissa o en la de Manacor, son casos más localizados».
Por ese motivo no se plantean acciones como confinamientos en Menorca. «Es más fácil intentar definir muy bien la zona en la que ha pasado y hacer una acción concreta». Los datos, añadió, marcarán el camino a seguir y las medidas restrictivas a aplicar.
Arranz pidió extremar las medidas de precaución, «cualquiera que no las cumpla es un contagiador en potencia», afirmó. Y añadió que Balears sigue en una segunda ola porque bajaron los contagios pero no se llegó a un valle, «a mitad del camino subimos otra vez». Los casos son similares a los del verano: contagiados más jóvenes y asintomáticos que transmiten la enfermedad. «No queremos ni acercarnos a la situación de las comunidades más afectadas, hay que evitar llegar a un momento en que sea incontrolable, con personas muriendo en los hospitales», insistió Arranz.