Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, de forma general, y la Agenda Menorca 2030, más cercana, enmarcan la iniciativa «Sant Lluís, camí cap a la sostenibilitat» que relanzó ayer el Ayuntamiento. Es un itinerario que pretende implicar a todos y que promueve acciones conjuntas.
Fue presentado públicamente ayer tarde a través de una campaña desglosada en seis vídeos con mensaje sensibilizador. Pero esta vez tiene otro plano, el de algunas líneas maestras de actuación y realización concreta.
Entre estas, una de las más llamativas es la de convertir el polígono industrial en un espacio autosuficiente energéticamente y emisiones cero. Conectaría de lleno con el plan energético previsto por el Consell, presupuestado en su conjunto en 67 millones y en espera de obtener financiación europea. Prevé una dotación de 1,42 millones para ese objetivo de polígono empresarial autosuficiente a través de instalaciones de autoconsumo y baterías.
La campaña rescata viejas propuestas ambientales por todos compartidas pero que hasta ahora no han logrado materialización como la de evitar que las aguas depuradas vayan al mar sin haber tenido antes otro uso.
Entre los empresarios del municipio, se convoca especialmente a los hoteleros, cuya implicación es necesaria para lograr una red de establecimientos con energía 100 por cien renovable.
Durante la explicación del proyecto municipal se puso de manifiesto la sostenibilidad de los diferentes sectores que conviven en la población y núcleos costeros y se acercó a la ciudadanía a los objetivos del desarrollo sostenible y las razones que lo amparan. «Las pequeñas acciones de cada día pueden llegar a resultar extraordinarias en materia de sostenibilidad», se explicó.
Entre esas acciones, figuran las compras de producto local en el comercio de proximidad, lo que hasta hace unos años era lo común. Se trata de recuperar costumbres saludables, apostar claramente por ellas e intensificar su uso.
El de ayer fue, por otra parte, un acto para renovar el compromiso municipal con el desarrollo sostenible y la puesta en marcha de una segunda fase con acciones más concretas sin perder de vista la sensibilización para que las conductas individuales se integren en el proyecto.