La ruta aérea con Barcelona continúa dando dolores de cabeza a los pasajeros menorquines. La única compañía que opera la conexión, Vueling, mantiene la programación de vuelos bajo mínimos, una sola frecuencia diaria y horarios que obligan a alargar las estancias en la capital catalana, a pesar de que se trata de la conexión más demandada entre los residentes y que en la llamada segunda ola del coronavirus está manteniendo el tipo algo mejor que el resto de las grandes rutas invernales del aeropuerto, Palma y Madrid, donde sin embargo la oferta de vuelos llega a triplicarse en comparación con la conexión con la capital catalana.
Un análisis del mes de octubre, ya con una actividad turística prácticamente inexistente y cuando se empezó a aplicar –en la última semana del mes– las restricciones del segundo estado de alarma, muestra un mejor comportamiento en términos relativos de la ruta entre Menorca y Barcelona, que continúa siendo la más utilizada por los menorquines. Ese mes, el último con estadísticas cerradas, se registraron en la ruta poco más de 31.000 pasajeros, lo que supone un descenso del 46,9 por ciento en relación al mismo mes del año pasado.
Si observamos lo ocurrido en la ruta entre Menorca y Madrid se pueden apreciar no solo las grandes diferencias de demanda, sino también un menor descenso del tráfico en comparación con el año pasado. La ruta registró 4.996 pasajeros, cuando un año antes fueron 11.067, lo que supone un descenso del tráfico más acusado, del 54,85 por ciento, extremo que no ha impedido que la oferta de vuelos sea en estos momentos superior a la de Barcelona, con dos frecuencias diarias, dos vuelos de ida y vuelta, en virtud de las condiciones del contrato de Obligación de Servicio Público (OSP), que en momentos de crisis del sector aeronáutico se está mostrando como una garantía.
No obstante, cabe recordar que tras la declaración del primer estado de alarma Air Nostrum redujo a un vuelo diario su operativa, a pesar de que eran meses en los que todavía regían las condiciones de la OSP. Entonces Vueling también redujo su programación a una frecuencia diaria. En las últimas semanas la low cost está aplicando las mismas restricciones que durante el confinamiento a pesar de que la movilidad entre Menorca y Barcelona es mucho mayor ahora que entonces.
No en vano hay que recordar que los supuestos para poder viajar son mucho más extensos en la actual situación y que se mantienen abiertos los centros universitarios de Catalunya, los que motivan gran parte de los desplazamientos invernales.
Las quejas de los viajeros por la situación en que se encuentra la ruta aérea con Barcelona se suceden. La falta de vuelos y sus horarios cambiantes están forzando a muchos pasajeros a optar por el transporte marítimo hasta el punto de que algunas rutas marítimas, como la de Trasmediterránea que ayer noche unía Barcelona con Mahón, ha agotado plazas.