Técnicos del proyecto y de la constructora y responsables políticos montaron el pasado martes en bus para comprobar que la rotonda de Sant Climent, cuyas dimensiones estaban señalizadas con estacas, aseguraban la circulación de estos vehículos. Era la última prueba a superar antes de que el desarrollo de las obras entre en su fase definitiva.
Juan Mora SA, adjudicataria de las mismas por 253.267 euros, dispone de tres meses de plazo para ejecutarlas, aunque los vecinos confían en que el tiempo necesario sea menor para reducir de ese modo las molestias derivadas de los cambios del tráfico rodado. La necesaria supresión de aparcamientos es uno de los inconvenientes que están sufriendo.
No obstante, son los propios vecinos quienes hace dos décadas promovieron esta rotonda para ganar seguridad y fluidez del tráfico en la entrada de la población.
Tres meses quedan más lo que lleva. Xano xano.