En el balance del año que ha realizado el presidente de PIME, Justo Saura, resalta que la pandemia «ha revuelto los principios de todo aquello que parecía inamovible». Pero al mismo tiempo ha dado valor «a lo que siempre venimos defendiendo, la actividad económica que sostiene Menorca viene de la mano de los pequeños y medianos empresarios y de los autónomos», dice.
Por ese motivo, el principal objetivo para este año es «seguir reivindicando medidas para que todas nuestras empresas puedan mantener su actividad, que se puedan abrir la próxima temporada las empresas turísticas y que la mayoría de ellas no se quede por el camino de esta pandemia», comenta .
En esa línea reivindicativa recuerda las medidas solicitadas a la Administración que permitan rebajar costes empresariales fijos. «Pero por lo visto, la Administración confía más en el endeudamiento de las empresas y en que consuman sus ahorros y su patrimonio personal que en aportar seguridad a la viabiliad del tejido empresarial», critica Justo Saura.
Aduce que esos ahorros se están acabando y recela de las opciones derivadas de los fondos europeos Next Generation, «no parece que vayan muy ligados a aportar recursos a los pequeños empresarios y si estos llegan, puede que sea tarde para algunos», agrega.
Señala que es necesario dimensionar la empresa a las necesidades y demandas nuevas porque este análisis puede servir «para reinventarse y salir reforzados de esta siutuación».
PIME, que rebajó a la mitad la cuota de los socios en el segundo trimestre, trabaja para evitar la pérdida de empresas y pide que se recupere el Fondo de Garantía Salarial para hacer frente a situaciones de crisis empresarial causadas por la covid-19 y que se reduzcan o aplacen sin costes ni recargos las deudas con las administraciones.