Después del susto que provocó el paso de Hortense el viernes, el Ayuntamiento de Es Migjorn ha decidido acometer a la mayor brevedad posible la rehabilitación del edificio consistorial. Ello implica salvar algunos trámites burocráticos y demorar el trabajo más de lo deseado.
El primer paso dado en ese sentido es la modificación de las Normas Subsidiarias para calificar el uso del edificio y rehabilitarlo después. Esta modificación está previsto aprobarla provisionalmente por el pleno municipal en la sesión del jueves. La aprobación definitiva corresponde al Consell y cuenta para ello con medio año de plazo.
La alcaldesa Antònia Camps ha hablado con la presidenta Susana Mora para que ese trámite no se demore dadas las circunstancias de riesgo que envuelven el edificio municipal. Le ha solicitado máxima celeridad por las citadas razones de riesgo.
Es una construcción vieja y en mal estado, según reconoce el propio Ayuntamiento. De hecho, la planta superior está apuntalada y con el paso de la última borrasca con cap de fibló incluido han aflorado otros males que aumentan el riesgo. Una parte de la fachada que da a la calle Maria Auxiliadora se desprendió y cayó al suelo. Nadie pasaba en aquel momento por la calle y, por tanto, los daños se ciñen a los sufridos por el propio edificio.
En previsión, el Ayuntamiento ya cuenta con el proyecto básico y ejecutivo así como la financiación para llevar a cabo esta inversión. Está previsto que las obras requieran un plazo de unos ocho meses, tiempo durante el cual las oficinas municipales serán trasladas al salón de plenos.