La Demarcación en Menorca del Colegio Oficial de Arquitectos de Balears solicita que el documento de revisión del Plan Territorial Insular, aprobado de forma inicial, retire de su articulado o modifique de forma sustancial el punto 55, que exige una calificación energética A para los edificios de nueva construcción.
Los arquitectos entienden que este requisito puede paralizar la actividad del sector de la construcción «por la gran dificultad de alcanzar esta clasificación» y que además «resulta inoperante». Esto es así porque la construcción nueva ya está debidamente regulada en esta cuestión y también porque el impacto de la medida será menor, ya que el porcentaje de inmuebles que se puedan levantar en relación a los ya existentes es muy bajo.
En concreto, desde la demarcación menorquina del Colegio hacen alusión al Código Técnico de la Edificación, de obligado cumplimiento y que se tiene ya en cuenta a la hora de redactar los proyectos. «Esta normativa es adecuada y suficiente para regular la concesión de licencias», argumentan desde este organismo a través de un comunicado. Esta regulación establece, entre otras cosas, la limitación del consumo energético y las condiciones para el control de la demanda.
En el sentido opuesto, afirman que las certificaciones de eficiencia energética, que emplean una escala de siete letras en la que la A es la más elevada, responden a parámetros como la producción de agua caliente, calefacción y refrigeración. «En el caso de viviendas, no se considera el consumo de los electrodomésticos ni el consumo de iluminación, que puede significar aproximadamente del orden del 40 por ciento del consumo anual de energía», indican. El certificado de eficiencia energética se exige para los edificios nuevos y para los que se vendan o alquilen.
El colegio se muestra más proclive a emplear certficados de construcción sostenible o medioambientales, que recurren a un abanico más amplio de factores. «No es lo mismo que un edificio consuma poca energía o que un edificio sea sostenible».