El Consell ha convocado otra vez por separado a la empresa y a los trabajadores de la ITV para intentar alcanzar un acuerdo que evite la huelga anunciada a partir del lunes. Será una segunda sesión de mediación después de que ayer no lograran acercar posturas.
Las conversaciones con una y otra parte no son nuevas. Antes de Navidad, los responsables de Movilidad del Consell mantuvieron una reunión con los trabajadores de la ITV en la sala de plenos del Consell para escuchar sus reivindicaciones. Entre otras mejoras solicitadas, una fue la ampliación y modernización del espacio que utilizan para el aseo y muda de ropa.
Un arquitecto recibió el encargo y una primera propuesta fue dada a conocer a los empleados para que dieran su parecer. No se ha ejecutado la obra, pero el proyecto está contemplado.
Por su parte la empresa asegura haber llevado a cabo una política de conversión de los contratos temporales en fijos para estabilizar la plantilla y hacer un gesto contra la precarización laboral. Así lo dieron a conocer al menos en otra reunión que el Consell mantuvo con la empresa antes de Navidad y los propios trabajadores reconocen que no se han producido despidos.
Sin embargo, la diferencia de fondo, a juzgar por las manifestaciones de los propios trabajadores, sería sobre todo de carácter salarial. Aducen que no se cubren todas las bajas, que la carga de trabajo ha aumentado y que existen quejan por las tres semanas de espera media que sorportan los usuarios. Y por esa razón de más esfuerzo reclamarían una mejor remuneración, aunque no lo han planteado, directamente al menos, al Consell.
Las reuniones convocadas para esta tarde con ambas partes van dirigidas a mediar en el acuerdo y, si este no llegara, la intención del departamento que dirige Francesca Gomis es mantener abiertas las estaciones de la ITV de Maó y Ciutadella con servicios mínimos a partir del lunes, en caso de que la huelga no sea finalmente desconvocada.