Junts per Lô ha presentado 60 propuestas de mejora al Plan General de Ordenación Urbana de Alaior presentado por el equipo de gobierno. La oposición considera que el documento «no se adapta al momento actual y obvia las principales carencias que sufre el municipio» como la urgencia residencial, la falta de equipamientos socioculturales, la reformulación del tráfico para dar más protagonismo a las personas o la modificación de la movilidad para reactivar la actividad comercial y económica del municipio.
Desde la agrupación de electores centran especialmente su crítica a una de las grandes novedades presentadas por el alcalde de Alaior, José Luis Benejam, la creación de una vía de circunvalación, una ronda perimetral «con difícil financiación» que ven como un hito final después del desarrollo completo del plan, y no como una solución a corto o medio plazo. Proponen definir un plan de movilidad que contemple la creación de viales y que permita interconectar las calles existentes en forma de malla, con un crecimiento concéntrico progresivo.
En materia de movilidad, al margen de cuestionar algunos tramos de esa vía de circunvalación, alertan de que falta definir aparcamientos disuasorios en el ámbito perimetral del trazado de esta ronda. Consideran que el plan no soluciona el problema de congestión en los meses estivales de la conexión hacia las playas del norte y proponen crear una vía paralela al Cós para transeúntes, ciclistas o caballos hasta el cementerio y que conecte con el Alzinar d'en Salord.
Equipamientos
En relación a los equipamientos, destacan que no aparece en la planificación un espacio polivalente cultural claramente identificado. Subrayan que no se recoge la ampliación de la actual residencia geriátrica de Es Banyer ni unas dependencias para la policía local, que ocupa un edificio privado en régimen de alquiler.
En el ámbito de Cala en Porter observan carencias como la falta de reserva de espacio para necesidades básicas, o la falta de previsión de equipamientos educativos y culturales. También lamentan que se trata de un plan «poco participativo» y que refleja «una mirada muy particularista y poco resolutiva para la mayoría».