La Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación del Govern balear ha aprobado la resolución que reconoce la sequía meteorológica en el ámbito agrario de Mallorca y Menorca.
La consellera de Agricultura, Mae de la Concha, ha firmado la resolución, a propuesta de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, que entrará en vigor al día siguiente de la publicación en el Boletín Oficial de les Illes Balears (BOIB).
La resolución viene motivada por la disminución de la precipitación durante los meses de septiembre de 2020 a marzo de 2021. A efectos de poder articular posibles ayudas, el texto reconoce la relación causal directa entre la sequía y los perjuicios sufridos en el sector primario en las islas de Mallorca y Menorca para el año 2021. A la vez, permitirá que los agricultores o los ganaderos que tengan asegurados los cultivos, puedan cobrar los seguros y descuentos en los módulos del IRPF de la campaña de 2021.
La consellera De la Concha ha asegurado que la prioridad con esta resolución era "encontrar una solución a la situación actual, puesto que los perjuicios han sido muy importantes para la ganadería y se tenía que actuar ya", pero ha recordado que "los episodios de sequía son cada vez más frecuentes debido a los efectos del cambio climático".
Según la Conselleria, el déficit de precipitaciones desde el mes de septiembre de 2020 hasta marzo de 2021 ha afectado gravemente a varios sectores agrarios de los municipios de Mallorca y Menorca, especialmente el sector de la ganadería con un efecto acusado en la producción de pastos, donde la sequía está provocando una importante reducción de los rendimientos, puesto que en estos tipos de explotaciones, el ganado se alimenta fundamentalmente con alimentos producidos en la misma explotación y con un amplio uso de los pastos en el caso de los herbívoros.
La baja pluviometría ha ocasionado que los cultivos de secano sembrados durante el otoño de 2020 se hayan visto gravemente afectados, puesto que durante la germinación en el suelo, las semillas tuvieron la humedad suficiente para hacerlo pero, a partir de principios de año, no han podido absorber suficiente agua del suelo para el correcto desarrollo del grano y la producción de biomasa. Esto ha provocado que se hayan secado las hojas y clorosis por la carencia de agua, poca crecida de los entrenudos de los tallos y un inicio de espigada muy temprano, así como la pérdida de la capacidad de rebrote por la carencia de agua y bajada de la producción de biomasa.
En Menorca los servicios técnicos del Fondo de Garantía Agraria y Pesquera (Fogaiba) han detectado, de media, unas pérdidas por este fenómeno climático adverso, dependiendo de las zonas, del 60 al 70% en la producción de forrajes, del 70 al 80% en la producción de cereales y del 80 al 90% en la producción de legumbres.
En Menorca la pluviometría media acumulada durante estos meses ha llegado a los 312,00 mm, lo que supone un 20% menos que la media del periodo de referencia del 1981-2010. Por ejemplo, en Ciutadella ha sido de 312,00 mm, un 13% menos.