El servicio de información y control de acceso a las playas vírgenes de Cala en Turqueta, Son Saura, Macarella, La Vall, Binimel·là y Cala Pilar ha sido adjudicado a la Fundació per a Persones amb Discapacitat, según acordó este lunes el Consell Executiu del Consell de Menorca, aunque no se pondrá en marcha hasta un plazo estimado de dos semanas.
Ese es el plazo máximo, quince días hábiles desde que este lunes fuera notificado el acuerdo, con el que cuenta la adjudicataria para firmar el contrato, que a diferencia de los anteriores será bienal. La fundación se hará cargo del servicio este verano y el siguiente por un precio de contrata de 520.479 euros (IVA incluido).
La Conselleria de Movilidad confía, no obstante, en que al tratarse de la misma entidad que ha venido gestionando el servicio durante los últimos años decida incorporarse antes al mismo. En caso contrario, dispone hasta el 21 de junio para firmar.
La previsión de la puesta en marcha del servicio apuntaba a mediados de mayo, pero la resolución, firmada inicialmente el día 6 de ese mes por la consellera Francesca Gomis, se ha demorado a causa del proceso.
Como ya se ha informado en estas páginas, otra empresa también concursó en la convocatoria y problemas en la presentación de la documentación la dejaron finalmente fuera de la misma.
Los informadores de los accesos controlan la afluencia a las playas vírgenes para evitar atascos en los caminos y aparcamientos así como los paneles informativos que advierten cuando estos están llenos. El servicio se ha demostrado decisivo en los últimos veranos para evitar más atascos de los que, pese al trabajo de los informadores, se han producido.
El servicio se ha echado de menos durante los últimos fines de semana, el pasado en particular, en el que la afluencia a las playas ha estado en consonancia con el calor veraniego. Al flujo de los residentes en busca de los primeros baños de la temporada se han unido los turistas que desde que finalizó el estado de alarma escapan de las ciudades en busca de sol, mar y aire libre.
Los aparcamientos están abiertos en todas las playas citadas y no se han dado noticias de incidentes en ninguno de ellos porque, a pesar de la afluencia registrada, la presión es aún reducida.