Los planes de Endesa a 20 años vista pasan por acabar con la utilización de gas natural y cualquier otro tipo de combustible que resulte contaminante en sus centrales de todo el territorio nacional, incluidos los dos archipiélagos, Ceuta y Melilla. De esta forma, la central del puerto de Maó dejará también de producir emisiones aunque esta transformación no implique, de momento, que se vaya a desmantelar. Sí puede verse alterado, no obstante, el proyecto para rebajar sus emisiones con su tranformación de gasoil a gas natural.
El propósito de Endesa, que forma parte del plan estratégico de descarbonización de su matriz, Enel, presentado esta semana por la compañía, supone el adelanto en 10 años del abandono de su negocio de gas natural para eliminar por completo la contaminación. Propone acabar con la generación eléctrica con carbón en 2027 y la de gas en 2040. «Cuanto antes salgamos del gas, mejor; en dos décadas habrá muy pocos europeos que usen gas porque se habrán pasado a la electricidad», apunta su consejero delegado, Francesco Starace.
El anuncio de la nueva planificación no hace mención explícita a los territorios periféricos y solo se refiere a los peninsulares. Endesa, sin embargo, precisó este jueves a este diario que para Balears y Canarias la estrategia ya había quedado diseñada en julio de 2020 a partir del estudio realizado por la consultora Monitor Deloitte, en el que ya se proponía alcanzar el objetivo en 2040, diez años antes de las metas de reducción de emisiones fijadas por la Unión Europea y por España para 2050.
Hasta entonces Endesa avanzará en la negociación con las administraciones para ir dando pasos hacia la transformación en las energías limpias, que en el caso de las islas resultan más complejos dado que el negocio está regulado, lo que no sucede en la Península.
El estudio refleja que debe contemplarse una capacidad de respaldo de emergencia en cada Isla que garantice la seguridad de suministro ante posibles fallos en las interconexiones. En Menorca podría suponer el mantenimiento de la central de Maó. «No lo podemos saber, en todo caso tenerla de respaldo quiere decir que no estaría en funcionamiento, y si fuera necesario hacerlo se utilizaría la tecnología que en ese momento nos permitieran», indican fuentes de Endesa en Balears.
Si se logra la descarbonización en la Isla en el plazo marcado, el gasto energético de las familias puede ser un 72 por ciento inferior al actual, como reflejaba el estudio de Monitor Deloitte en colaboración con Endesa, referido a los territorios no peninsulares 100 por 100 descarbonizados.