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Preocupación de los caixers por las condenas derivadas del accidente de 2016 en Maó

El colectivo se siente poco respaldado por el Ayuntamiento tras las sentencias que señalan como culpables a los propietarios de los caballos

Dos caballos desbocados embistieron e hirieron a siete personas tras el jaleo en el tramo final de la calle de Sant Roc | Javier Coll

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El colectivo de caixers de las fiestas de Gràcia, en Maó, muestra su preocupación por el precedente que sientan las últimas sentencias judiciales por el accidente acontecido el 8 de septiembre de 2016, cuando dos caballos arrollaron a un grupo de personas, causando lesiones de distinta consideración. Tras las demandas interpuestas por varios afectados, las resoluciones judiciales –algunas aún no firmes y pendientes de los recursos interpuestos por las defensas–, señalan a los propietarios de los equinos como responsables del suceso y supone para ellos hacer frente a indemnizaciones por un montante total de 55.000 euros.

Tres causas

Esos hechos motivaron el inicio de tres procesos distintos. En el primero, ya con sentencia firme, se condenó al Ayuntamiento a pagar al denunciante 1.011 euros, que representa el 25 por ciento de la indemnización. El 75 por ciento restante va a cargo de los dueños de los caballos, con 3.033 euros de indemnización entre los dos.

Otro demandante ha logrado una penalización de 9.000 euros. La sentencia no es firme, pero obliga al Consistorio a abonar 2.929 euros. Es el 33 por ciento del total; los 6.000 euros restantes se atribuye a los propietarios.

Una tercera sentencia, que todavía está pendiente de resolución final tras los recursos presentados, es la más severa, con una indemnización de 46.000 euros a satisfacer únicamente por el titular del caballo negro. En este caso, la parte demandante excluyó de toda responsabilidad al Ayuntamiento, y como señalan desde la institución, tampoco la defensa de la parte demandada solicitó incluir al Consistorio como responsable. Esto hace, según el alcalde de Maó, Héctor Pons, que «el margen legal del Ayuntamiento sea muy escaso». Aun así, añadió, «la voluntad política es la de facilitar una solución» para ellos.

Para los jinetes estas sentencias suponen un grave precedente que requiere de un absoluto compromiso del gobierno municipal de contratar seguros que protejan totalmente a los caixers ante cualquier eventualidad. No hay que olvidar que las fiestas tienen como principales protagonistas a los caballos, que no dejan de ser «animales, que por bien enseñados que estén y aunque tengan mucha experiencia en jaleos, al igual que una persona pueden tener un mal día y reaccionar mal» y ocasionar daños.

«Nosotros participamos en las fiestas con toda la ilusión, pero no es tanta si vas con miedo de que pueda suceder algo y no tengas un seguro que te proteja», comenta una experimentada amazona. «Los caixers deben estar cubiertos por esta póliza del Ayuntamiento, es ridículo que el propietario de un caballo tenga que pagar cantidades que pueden arruinarle la vida», todo por ser actor activo de la celebración popular.

Esta preocupación que afecta a toda la qualcada se abordó estra semana en una junta de portavoces municipales, porque, alegan, es una cuestión que no entiende de colores políticos. Asimismo, el PP ha presentado para el pleno una propuesta de acuerdo para que se convoque una Junta de Caixers con presencia de todos los grupos políticos, reunión que se celebrará la semana que viene.

Una de las peticiones que hacen los caixers es disponer de una copia de la póliza que se contrate cada año, para «saber exactamente qué cubre y qué no». Porque, añade uno de ellos, «yo tengo un seguro, pero es para particulares y no cubre la participación de mi caballo en eventos, ferias, carruseles o fiestas populares». Un nicho que debería cubrir, sin lagunas, el contrato municipal. De hecho, «en pueblos como Alaior o Ciutadella, estos seguros son mucho más completos y protegen totalmente a los caixers», aseguran.

El Ayuntamiento defiende el seguro contratado que critican los caixers

Los caixers de Maó señalaban como problema de fondo que el seguro contratado no incluía el accidente por haberse producido fuera de los actos protocolarios. Esta cuestión la desmienten desde el Ayuntamiento y lo demuestran con el hecho de que dos sentencias sí que han declarado culpable al Consistorio y, de hecho, las indemnizaciones las cubre el seguro que se contrató ese 2016.

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