La Dirección General de Pesca y Medio Marino instalará este año cajas verdes en 50 embarcaciones de artes menores de Menorca. Funcionarán como la caja negra de un avión, transmitiendo datos como la identificación del barco, la posición geográfica, el rumbo, la velocidad, la fecha y la hora de la posición geográfica, en el caso de que estas informaciones pudiesen ser requeridas. El objetivo es garantizar la explotación racional de los recursos, la rentabilidad de los caladeros, las zonas protegidas y controlar el esfuerzo y horarios de la flota pesquera, fundamentales para el desarrollo de políticas de conservación y ordenación del sector pesquero.
Así se anunció en la Comisión Interinsular Permanente del Consejo Pesquero, presidida por la consellera Mae de la Concha junto al titular de Economia Josep Pastrana y el director general de Pesca y Medio Marino Joan Mercant y la directora insular de Economía Pilar Pons, con representación de las cofradías de Ciutadella, Maó y Fornells. En ella, se anunció que será, previsiblemente, en marzo cuando se colocarán, y no supondrán coste alguno para los pescadores. Los dispositivos disponen además de una placa solar para evitar problemas de conexión
De forma general, las cofradías ven con buenos ojos la instalación de estos artilugios. «Será una manera de controlar prácticas irregulares», explica el vicepresidente de la Cofradía de Maó Martí Mata, después de haber detectado en los últimos años un incremento de embarcaciones procedentes de Mallorca con prácticas intrusivas.
Sin embargo, también hay pescadores que opinan están sometidos a demasiado control que «dificulta el relevo generación de pescadores».
En 2021 se instalaron 77 cajas verdes en Eivissa y Formentera y 23 en la Colònia de Sant Jordi en Mallorca, donde este año se colocarán en 50 barcas más.
Otro de los temas que salió en la Comisión fue la necesidad de actualizar el orden de 2001 que regula la pesca de langosta en Balears.