El Colegio Oficial de Arquitectos visó en 2021 un total de 679 obras, una cifra que iguala el volumen de obra de 2019 y que marca la senda de la recuperación pero eso no implica, afirmó ayer el presidente de la demarcación de Menorca, Enric Taltavull, que la ejecución de obra haya regresado a niveles de prepandemia. Esos 679 proyectos supusieron una inversión de 89 millones de euros, un 23 por ciento menos que el presupuesto que se movió en 2019, el año que toma el Colegio como referencia ya que en 2020 todos los indicadores se vieron afectados por el confinamiento y las restricciones obligadas por la crisis de la covid-19. Asimismo los metros construidos también lastran esa recuperación, con un descenso de superficie visada en edificación turística y vivienda unifamiliar del 34 por ciento en relación a 2019 y del 2 por ciento respecto a 2020.
«Las obras en Menorca son más pequeñas», explicó ayer el presidente de la demarcación de Menorca del Colegio, Enric Taltavull, quien también señaló un factor de distorsión en las cifras de la entidad, y es que la lentitud en la concesión de licencias hace que algunos proyectos se tramiten como obra menor y no necesitan visado; eso puede explicar el impulso y trabajo en el sector de la construcción mientras el presupuesto y la superficie visada por los arquitectos presenta cifras inferiores.
Eivissa, el espejo en el que se mira Menorca para comparar actividad y servicios, muestra un comportamiento distinto, «tiene menos obra visada pero el presupuesto es más caro y de mayor superficie», apunta Taltavull, «Menorca es un miniproyecto en comparación». Y es que en la pitiüsa mayor se visaron 552 obras el año pasado, 127 menos que en Menorca, pero la inversión casi fue el triple, con un 20 por ciento más de presupuesto que en 2019, llegando a 251 millones de euros.
Por uso o actividad, el incremento de obras en comparación con 2020 está vinculado a la vivienda, tanto plurifamiliar como unifamiliar, y en relación a 2019, tanto a la vivienda unifamiliar junto con el uso comercial y administrativo. Las obras relacionadas con la actividad turística bajan un 34 por ciento en relación al año 2019 y un 4 por ciento sobre las cifras de 2020.
Si se mide por presupuesto de las obras visadas, de los 89 millones de euros 64 millones son de proyectos de viviendas (-12% respecto a 2019) y destaca la obra para uso sanitario, con 10 millones; el peso de la inversión está ligado a la reforma del Verge del Toro y al nuevo geriátrico de Maó.
Los proyectos visados relacionados con el uso turístico suponen 9 millones de euros, cifra que supone una fuerte caída respecto a 2019, un 70 por ciento, y de un 45 por ciento menos si se compara con 2020. En cuanto a la pérdida de superficie visada, es de un 11 por ciento en relación a los metros cuadrados de vivienda y anexos que se visaron en 2019; en total son 86.358 metros cuadrados visados para vivienda. Las plurifamiliares libres recuperan e incluso superan las cifras de 2019, la vivienda protegida, y la unifamiliar también cae un 38 por ciento.
Obstáculos
Diciembre fue el mes que más obra se visó de 2021, lo que coloca la actividad en una senda de recuperación que, según Taltavull, puede torcerse. «Debería ser la tendencia si no hay nada que lo distorsione», pero se vislumbran dos obstáculos: «Todavía hay una veintena de urbanizaciones sin servicios como alcantarillado, con zonas que están bloqueadas para la construcción, eso es un freno a la inversión». El segundo golpe puede venir del recién aprobado decreto que limita las plazas turísticas. Si la vivienda unifamiliar, motor de muchas obras en Menorca, no se puede autofinanciar con el alquiler turístico, esas inversiones es muy probable que se paralicen.