La vacunación infantil lleva estancada en el 43 por ciento de la población diana, niños de 5 a 11 años, desde mediados de febrero. Esto en lo relativo a las primeras dosis, porque la cobertura baja al 20,7 por ciento cuando se trata de niños que ya tienen la pauta completa. En lo que va del mes de marzo se han puesto 19 primeras dosis en la franja de 5 a 11 y parece que se ha llegado a un techo, la vacunación pediátrica, que comenzó en diciembre de 2021, ha perdido fuelle y las inoculaciones se registran ahora con cuentagotas.
La previsión es que más padres vacunen a sus hijos cuando estos pasen el periodo post-covid, al haber contraído la enfermedad durante la sexta ola, que afectó de forma especial a la población escolar. Así lo manifestó la directora de Enfermería del Área de Salud de Menorca, Bárbara Duque, en su balance de estos dos años de pandemia. Es algo en lo que los sanitarios confían y que cobra mayor importancia si los planes de desescalada para el uso de la mascarilla en interiores comienzan en los colegios. Esta es la posibilidad que se baraja para cuando llegue el momento, ahora todavía por determinar y en debate entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, de suprimir la última gran restricción que llegó con el coronavirus, cubrirse la nariz y la boca.
Ese plan supone, con el apoyo de la Asociación Española de Pediatría gracias al menor riesgo de infecciosidad y enfermedad grave en niños, utilizar las escuelas para monitorizar el impacto de prescindir de la mascarilla en interiores, siempre que la situación epidemiológica sea favorable.