La Conselleria de Salud habilitó en el mes de julio de 2020, a principios de la pandemia, los apartamentos Sa Mirada de Arenal d'en Castell como hotel covid para alojar a pacientes positivos de coronavirus o contactos estrechos que, por la circunstancia que fuera, no pudieran realizar el aislamiento de forma adecuada. Durante dos meses también estuvo disponible el hotel Playa Azul de Cala en Porter. En la mayoría de ocasiones recibió a turistas a los que la covid les pilló en la Isla.
Ahora que el contrato llega a su fin, el Govern ha facilitado el balance económico que ha supuesto tener alquilado este alojamiento. El hotel covid, que ha estado abierto durante un año y nueve meses, ha tenido un coste total de 1.362.832,21 euros. De estos, 888.906,46 euros corresponden al alquiler de los Apartamentos Sa Mirada y 259.000 al del Hotel Playa Azul.
Además, a esta partida hay que añadir 152.756,07 euros que corresponden a la manutención de los alojados, que estaban a pensión completa. Por último, 62.169,68 euros son por el servicio de vigilancia. Hay que tener en cuenta que en el resumen de costes no están incluidas todavía las partidas de marzo.
La Conselleria de Salud también ha dado a conocer los datos del total de personas alojadas. En total, los hoteles coordinados por las UVAC recibieron a 392 personas. Destacan los meses de verano del año pasado cuando el establecimiento hotelero recibió al mayor número de pacientes. En julio fueron un total de 113, de los cuales 91 eran positivos y 22 eran contactos estrechos; en junio, hubo 42 personas alojadas, 24 positivos y 18 contactos; mientras que en septiembre fueron un total de 22, 18 positivos y 5 personas que habían estado en contacto con contagiados.
El 31 de marzo el hotel covid de Menorca cerrará sus puertas para abrirlas al mercado turístico. Hasta entonces, no ha dejado de recibir a pacientes, a excepción de los meses de febrero de 2021 y de este año cuando no se alojó nadie. Este mismo mes de marzo ha recibido a cuatro personas, turistas que dieron positivo durante su estancia en Menorca.
En cuanto al perfil de las personas que se alojaron, sobre todo han sido visitantes, tanto nacionales como internacionales, y también excepcionalmente algún residente de Menorca conviviente con alguna persona vulnerable y que debía alejarse de ella.
El coordinador de la Unidades Volantes de Atención al Coronavirus (UVAC), José Antonio Vidal, recuerda el espíritu con el que se abrió el establecimiento: «El hotel surgió con el objetivo de aislar a todas las personas diagnosticadas y contactos estrechos para romper la cadena de contagio, tan importante en el contexto sanitario de la pandemia. Ha sido un recurso importantísimo; estos casos debían hacer una adecuada cuarentena ya que al décimo día todavía podían positivizar a otras personas».
Además, Vidal hace buen un buen balance del dispositivo: «La gente que ha pasado por ahí ha estado contenta y bien atendida. Esto era importante, ya que estas personas fueron diagnosticadas o se enteraron de que eraN un contacto mientras estaban de viaje. Creo que cuando te diagnostican la enfermedad, aunque estés bien y sea leve, no es lo mismo que te ocurra cuando estás en casa que fuera de tu entorno».
El coordinador reconoce que el dispositivo también ha facilitado el seguimiento médico de los pacientes, al estar todos localizados en la misma ubicación.