El periodista Xavier Vidal-Folch trasladó una visión pragmática de los efectos de la guerra de Ucrania en una charla celebrada el viernes en el Club Nàutic Ciutadella, organizada por el Cercle d'Economia. En primer lugar, explicó que a la ciudadanía actual un episodio de este cariz «nos cuesta asumirlo porque estamos acostumbrados a una cultura de la paz en suelo europeo».
Quien fuera director de «El País» recordó que en este conflicto «estamos implicados porque estamos defendiendo unos valores», y al tomar parte por Ucrania «estamos arriesgando nuestra posición de seguridad». Yes que «no hacemos la guerra directamente pero estamos todos involucrados y algunas de las decisiones que se toman tienen y un coste», unas consecuencias que «no tengo claro que como sociedad hayamos asumido todavía».
Apeló Vidal-Folch a la cuestión moral «al preguntarnos cuáles son las condiciones para que una guerra sea justa o en qué circunstancias una defensa propia o una violencia es legítima».
El periodista repasó las consecuencias económicas del conflicto en España, que tienen un impacto «sobre las cosas del día a día que nos afectan a todos», todavía resentidos por la pandemia. En cuanto al papel de la Unión Europea, Vidal-Folch, subrayó los problemas de coordinación en un tema como el armamento o a la hora de reducir la dependencia energética de Rusia, al mismo tiempo criticó el tibio papel de España en la acogida de refugiados. El ponente puso sobre la mesa la cuestión de cómo abordar la factura de la guerra y planteó la fórmula de los «eurobonos» empleados ya durante la pandemia.