La Cooperativa Agrícola Sant Martí de Es Mercadal fue en 2021 el punto de recogida de residuos agrarios que más envases recicló en Balears, por ello su presidente, Joan Fullana, recogió este miércoles el galardón de reconocimiento que cada año entrega el sistema Sigfito, una sociedad creada para organizar la recogida de estos residuos y darles un tratamiento medioambiental correcto. Son envases que han contenido productos fitosanitarios (herbicidas, insecticidas, bioestimulantes), de ahí la importancia de que sean seleccionados en lugar de mezclarse con otro tipo de basura o se abandonen en el campo. Sant Martí recoge los envases agrarios de sus propios asociados, que son más de un centenar, y también de payeses de distintos municipios de la zona centro.
La cooperativa ha resultado distinguida en la categoría de Cultivo Sostenible, lo cual significa que es el punto de la comunidad autónoma que más se ha acercado a los 3.000 kilogramos de residuos recogidos, aunque sin superarlos, ya que así se estipula en las bases del premio. En Menorca hay otros dos puntos de recogida, ambos de Sa Cooperativa del Camp en sus instalaciones de Alaior y Ciutadella.
La directora general de Sigfito, Susana Fernández, destacó que la Cooperativa Agrícola Sant Martí colabora con este sistema desde marzo de 2005, «fue uno de los primeros puntos que se adhirió en Balears». Sigfito es un sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor. Las empresas que comercializan los insumos agrarios pagan unas tasas públicas a este sistema «en función de lo que ponen en el mercado», explicó Fernández, «y los agricultores una vez que los utilizan los llevan a estos puntos de recogida de estas cooperativas, distribuidores que colaboran voluntariamente con Sigfito», ya que las fincas tienen la obligación de deshacerse de manera correcta de los envases.
Todos los puntos, 37 en Balears, ayudan en esa recogida, cuentan con contenedores que Sigfito facilita y a través de Adalmo (gestor autorizado en Balears para la recogida y transporte de esos envases, de plástico y papel-cartón), se llevan a Mallorca para su clasificación y revisión; su destino final son plantas de tratamiento en la Península.
«Hay que poner en valor la labor de la Cooperativa Sant Martí y del resto de puntos en Balears y también a nivel nacional, porque colaboran de manera voluntaria, demuestran su buen hacer con el medio ambiente y ayudan al agricultor a que cumpla con su obligación de deshacerse de los residuos de una manera fácil y sostenible», declaró Fernández.