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Endesa descarta una sobrecarga tras el apagón de Es Castell: se rompió un cable subterráneo

La empresa niega que el corte esté relacionado con la coincidencia entre un concierto, la feria y el mayor consumo eléctrico por el lleno de la temporada turística

Imagen del paseo de Calesfonts, una de las zonas comerciales que se vio más afectada por el apagón. | Gemma Andreu

| Es Castell |

La avería en un cable subterráneo provocó un corte de luz en Es Castell el viernes por la noche, que duró en torno a una hora en la mayor parte del municipio, entre las 22 y las 23 aproximadamente, aunque en algunas zonas se prolongó más tiempo. Se trata de una zona que está doblemente alimentada y eso permitió reponer el suministro con relativa brevedad gracias a la red digitalizada y los telemandos.

Fuentes de Endesa descartaban la hipótesis de sobrecarga en la red, el motivo que algunos vecinos habían apuntado al coincidir un concierto, la feria y el mayor consumo eléctrico por el lleno de la temporada turística y el calor. Este sábado se trabajaba en la localización de la avería para reponer la red en su estado original durante los próximos días.

Calesfonts

El corte de suministro eléctrico los sufrieron los vecinos y residentes y especialmente los negocios de Calesfonts, a quienes pilló el apagón en hora punta. «La terraza estaba llena y de golpe se quedó la noche muy romántica, a la luz de una luna preciosa, que a esas horas estaba sobre el Llatzeret», comentaban este viernes con humor desde el restaurante Trébol.

La complicidad de los clientes para sobrellevar el incidente, unas luces led sobre las mesas y el datáfono, cuya batería aguantó lo suficiente y funcionó más o menos para cobrar las facturas ayudaron a pasar el mal rato en los distintos negocios de la zona. Hubo clientes incómodos que se fueron sin postre. La falta de ventilación y el humo a medida que pasaba el tiempo sin electricidad crearon más incomodidad entre el personal de la cocina.

Las linternas de los móviles iluminaron la mayoría de las terrazas, comentan desde la Pizzeria de Calesfonts, donde a falta de electricidad para el horno hubieron de servir más pasta y ensaladas, «la reacción de los clientes fue muy buena», comentaban al día siguiente, aunque muchos fueron invitados a la bebida para compensar el incidente. El personal tuvo que suplir la pérdida de las comandas electrónicas con algo más de trabajo y simpatía.

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