Las multinacionales y alguna de las grandes empresas locales han inundado el mercado del rent a car porque cuentan con facilidades para renovar y ampliar la flota, mientras que las empresas pequeñas no solo no disponen de esas facilidades sino que los fabricantes les niegan la compraventa de vehículos. Ese es el relato que expone Pedro Pons, de Autos Bondia, en Maó.
La presidenta de la Asociación Empresarial Menorquina de Alquiler sin Conductor, Juana Capó, confirma las dificultades que tienen desde hace dos años para renovar o ampliar la flota. Los concesionarios no les venden coches y relata que intentó comprar uno como particular y cuando empezó a dar los datos, le dijeron que no vendían para rent a car. Un concesionario lo ratifica ahora, «no puedo vender para coches de alquiler», reconoce con sinceridad.
Pons dice haber indagado en el problema y concluye que la banca controla la producción de los fabricantes y luego la comercializa hacia sus clientes a través del renting, «en claro intrusismo profesional» y también mediante el mismo sistema a las grandes multinacionales del rent a car.