La imagen viral de un agente de la Guardia Civil empuñando un fusil de asalto durante las fiestas de Sant Martí ha generado en las últimas horas dos reacciones políticas contrapuestas. Primero fue Unidas Podemos el partido que compartió un mensaje en sus redes sociales en el que proclama que «no necesitamos policías armados hasta los dientes en medio de la plaza». Este viernes le ha respondido Vox, que acusa a los críticos con esta imagen de verter «su carga de odio hacia la Guardia Civil».
El partido que coordina Antoni Camps afirma en un comunicado que «mucha gente opina que Menorca es un mundo aparte que se rige por normas independientes del resto del mundo». Recuerda que la isla «sigue siendo española» y como tal se halla en nivel 4 de alerta antiterrorista, por lo que la labor de los agentes de seguridad es evitar que haya un atentado durante las fiestas. Recuerda, además, que dicho nivel de alerta lo decreta el Gobierno, en este caso controlado por la coalición entre PSOE y Unidas Podemos.
Para Vox, las razones de estas críticas son «puramente ideológicas de personas que están en contra de las armas y de todo lo que representa la Guardia Civi» y añade: «Si hubiera alguna desgracia luego esos mismos individuos criticarían fervorosamente su ausencia porque son hipócritas profesionales».
Por su parte, la reacción de Unidas Podemos destaca que la gente de Menorca «es pacífica, solidaria y alegre» y las fiestas populares son una expresión de esta forma de ser: «No hacemos nada de malo, solo celebramos que estamos vivos», afirman en un mensaje compartido a través de sus seguidores por internet.