Demasiados vehículos para la estructura de Cala Galdana y Serpentona, dos urbanizaciones con un único acceso y una ordenación urbana que no soluciona el colapso estival de cada año.
Especialmente al otro lado del torrente, es decir, el núcleo turístico que pertenece a Ciutadella se convierte en un territorio sin ley. Los turistas que llegan con intención de ir a la playa de Cala Galdana, o aquellos que residen en alojamientos turísticos de la urbanización no tienen más alternativa que dar la vuelta y regresar por donde ha venido o, como sucede normalmente, aparcar donde pueden. Quiere decir que no se respetan las señales de prohibición, lo que perjudica la movilidad general, especialmente la de vehículos pesados, como denuncia Astrame en esta misma información.
La Policía Local de Ferreries acude a diario a Cala Galdana, pero la de Ciutadella, a cuyo municipio corresponde Serpentona, solo lo hace puntualmente ante demandas concretas. Poco pueden hacer unos y otros porque no se puede restringir el acceso de vehículos. «Poner centenares de multas un día no soluciona el colapso porque al día siguiente estaríamos igual», señalan los agentes. No hay efectivos en la prefectura de Ciutadella para atender el control de tráfico en un lugar tan alejado de la ciudad. Esa crónica falta de policías hace que se priorice la unidad nocturna y los servicios de seguridad ciudadana que son los más reclamados en los meses de mayor población. El cumplimiento de las ordenanzas municipales y la regulación del tráfico dejan de ser prioritarios cuando hay otros asuntos que atender.
Como consecuencia, Serpentona es un nido de vehículos a ambos lados de las calles, sobre las aceras, al final del Passatge des Riu, e incluso dificultando la entrada a ciertos inmuebles.
Astrame exige a ayuntamientos y Consell soluciones ante el colapso
La Asociación de Empresas de Transporte de Menorca ha vuelto a denunciar las dificultades que tienen los vehículos pesados en Serpentona y Cala Galdana por el descontrol en los aparcamientos de los turismos. Astrame pone como ejemplo el final del Passatge des Riu, donde también estacionan vehículos pese a la prohibición, lo que imposibilita las maniobras de autobuses y camiones de reparto. La patronal denuncia estos hechos regularmente a la Policía Local de Ciutadella, pero sospecha que no se realizan labores de vigilancia. Critica, al mismo tiempo, que pese a haberse dirigido a Consell y Ayuntamientos de Ferreries y Ciutadella, la situación se repita cada año por lo que insta a que «de una vez por todas se tomen medidas pare evitar el colapso que provoca retrasos en el transporte de viajeros y de mercancías».