El término municipal de Menorca, según las estadísticas del Catastro, con un mayor número de piscinas controladas a efectos de recargo en el pago de impuestos es Ciutadella, aunque está lejos de ser el que tiene más piscinas por habitante. Ese dudoso honor se lo lleva Sant Lluís, que tiene 6.877 residentes y 2.063 piscinas, a una por cada 3,3 habitantes. Cabe tener en cuenta aquí la gran población flotante del municipio, con una gran presencia de chalés sobre todo en sus urbanizaciones de costa y una proporción menor de personas viviendo en su casco urbano.
Lo mismo ocurre en el caso de Es Mercadal, con muchas urbanizaciones turísticas, donde la ratio de habitantes por piscina es de 5,2 (1.031 piscinas y 5.444 personas empadronadas). También tienen más piscinas por habitante que la media menorquina Alaior y Es Migjorn.
En el otro lado de la balanza, con menos piscinas por habitante que la media insular están Ciutadella (una por cada once personas), Es Castell, (una por cada 11,8) y sobre todo Maó, con una por cada 19,7 personas, y Ferreries (una por cada 22 residentes).
Evolución
En los datos ofrecidos por el Catastro llama la atención la escasa presencia de piscinas cubiertas. En toda la Isla hay contabilizadas oficialmente 36 (menos del 0,4 por ciento del total), aunque cabe tener en cuenta que son instalaciones muy difíciles de detectar si no han sido declaradas. El número de piscinas al aire libre asciende a 9.817. Vale la pena dar algún apunte sobre la evolución en su construcción. Aunque el histórico no está publicado en la web del Catastro, en agosto de 2020 «El País» publicó datos actualizados por municipios. Desde entonces hay censadas 263 piscinas más en el conjunto de la Isla.
En 2019 afloraron cerca de un millar de piscinas no declaradas
En el año 2019 la Dirección General del Catastro publicó el resultado de la intensa campaña de inspección que había llevado a cabo en toda España. En Menorca ese trabajo tuvo como resultado el afloramiento de cerca de un millar (988) piscinas que no habían sido declaradas. La gran mayoría eran nuevas construcciones que no habían sido comunicadas y que por lo tanto no tributaban anualmente en el Impuesto de Bienes Inmuebles. Ese volumen de piscinas ya ha sido incluido en los datos que ha hecho públicos la semana pasada el Catastro, aunque a nadie se le escapa que siempre hay infracciones que no llegan a ser detectadas, por lo que el número de piscinas podría ser mayor.
Hay que tener en cuenta que la detección por parte del Catastro no implica la legalización de la instalación, cuyo proceso depende de los ayuntamientos o, en el caso del campo, del Consorcio para la Legalidad Urbanística. A modo de aproximación y sin ánimo de exhaustividad, el IDE Menorca publicó hace años una cifra de más de 11.000 piscinas, aunque sus autores matizan que contaba también ‘safaretjos' y que en este caso es mucho más fiable el Catastro