Los sindicatos y la patronal sanitaria UBES sellaron este jueves el nuevo convenio colectivo de la sanidad privada en Balears. Sin embargo, se validó con escaso margen, con el voto favorable de 64 delegados sindicales, y el contrario de otros 62. Entre estos últimos, los 14 representantes de Menorca de CCOO, USAE y Satse, que denuncian que se han desoído sus voces, contrarias a lo que en realidad es «el mismo convenio de 2017, remasterizado para que parezca algo nuevo y flamante».
Desde los comités de empresa de Juaneda en Ciutadella y Maó critican que «se quiso meter en el mismo saco a Menorca y Mallorca», con un convenio para dos años que incluye una «revisión salarial al alza, un cacareado 8 por ciento, que no es más que un 2 por ciento si se calcula a cuatro años y con una inflación anual estimada del IPC en agosto al 10,4 por ciento».
Además, el acuerdo «deja en el tintero derechos tan elementales para un menorquín como un desplazamiento a la isla vecina por motivos justificados de salud». En definitiva, «no recoge ninguna mejora, toda vez nos han ignorado. Menorca existe», reivindican.
Este mismo acuerdo fue celebrado desde UGT-Balears por la subida del ocho por ciento y por una cláusula adicional de garantía salarial, que sumaría otro uno por ciento si el IPC de 2024 fuera superior a la suma del IPC de los dos años de vigencia del convenio. Aún así, «somos conscientes que queda mucho camino por recorrer», señalaron.