El importante aumento del coste de ponerse placas solares no está frenando la apuesta de la Isla por el autoconsumo eléctrico. La inflación que se ha desatado desde la invasión rusa de Ucrania tiene efectos negativos para el sector de la instalación de paneles fotovoltaicos, pero también positivos. Por un lado, ha encarecido los materiales y en consecuencia los proyectos. Por otro, ha provocado un histórico aumento de las tarifas eléctricas que tiene un claro efecto llamada. Por el momento –a la espera de ver cómo afecta a más largo plazo la pérdida continuada de poder adquisitivo– el resultado para este pilar de la transición energética es que, en meses de inflación récord y gran incertidumbre económica, el número de instalaciones ha crecido como nunca antes.
Los instaladores consultados por este diario apuntan a un aumento generalizado tanto de las placas solares (entre un 10 y un 15 por ciento), como sobre todo del aluminio con el que se fabrican los soportes, que se ha elevado alrededor de un 30 por ciento, a lo que hay que sumar las mejoras salariales que algunos, inmersos como están en un auténtico boom de actividad, están aplicando entre sus empleados. El balance arroja incrementos de presupuesto que se mueven en torno al 20 por ciento para una instalación de tamaño medio. Ello supone que si antes ese montaje típico era de unos 7.000 euros, ahora sube hasta casi 8.500 euros. Es un aumento significativo, pero no está teniendo efectos disuasorios, al menos por el momento. «El año que viene se tiene que notar» explican desde Ona Energies, una de las empresas pioneras en la instalación de placas en la Isla, que tampoco ve negativo que el ritmo de implantación de autoconsumo afloje un poco.
«Hemos pasado de cero a cien en muy poco tiempo», explican. Recuerdan que cuando empezaron a instalar las primeras placas solares prácticamente predicaban en el desierto. «Los técnicos de las administraciones nos llamaban para decir que sobraba mucho dinero de las ayudas». Ahora la tortilla se ha girado completamente, existe una auténtica fiebre por la instalación de placas que, como otras tendencias repentinas, tiene un efecto tentador para el mercado. «Este es un pastel muy suculento». El resultado lo explica un instalador autónomo: «Cualquiera ofrece ahora instalaciones de autoconsumo y muchas veces la calidad del trabajo no es la adecuada». Se espera que esta precipitada carrera por el autoconsumo afloje el ritmo. Existe saturación entre las empresas del sector.
Por el momento las estadísticas del censo de autoconsumos revelan todo lo contrario. Entre julio y septiembre –los últimos datos disponibles– se habían sumado 185 instalaciones respecto al trimestre anterior, un incremento intertrimestral que se sitúa muy por encima de los precedentes y que ha permitido a la Isla sumar la nada desdeñable cifra de 1.037 instalaciones oficiales (no todas se registran, ni piden subvención), con una potencia conjunta de 9,8 megavatios. Para hacerse una idea de lo que supone esa cifra, valga subrayar que supera con creces, por ejemplo, la de los tres parques de generación eléctrica renovable que están actualmente en funcionamiento.
Sin visos de cambio
En la Dirección General de Energía del Govern, que analiza al detalle la demanda de forma trimestral, no tienen ningún indicio que les haga pensar que la tendencia vaya a ralentizarse, ni mucho menos a virar bruscamente. Todavía hay mucho margen de crecimiento ya que las viviendas y centros de trabajo con placas fotovoltaicas siguen siendo minoritarias y además en muchos casos hay espacio para la renovación y repotenciacion de las instalaciones ya existentes.
Desde el Govern dejan claro que mientras siga habiendo demanda y las partidas para subvenciones no se agoten, se continuarán convocando líneas de ayudas. Además subrayan el efecto que tiene el alto precio de la electricidad –además de otros beneficios fiscales como el del IBI– en los tiempos previstos de amortización de las instalaciones.
La observacion correcta es que pagamos muchisimo mas por el consumo de la compania de electricidad que lo que recibimos de ella al entregar nuestro excedente de generacion. En otras palabras nuestra inversion solar es para beneficio adicional de los que nos exprimen y nos han exprimido el bolsillo por decadas. Se lucran de nuestra inversion. Asi que en TODA esta polemica, dirigir la atencion a quienes dictaminan tal tremendo diferencial entre vendernos y acreditarnos energia. Alli estan los avivatos con bolsillos llenos. No hay mas que discutir. Ese es el asunto clave.