Ses Salines de Addaia se encuentran dentro de los límites del Parque Natural de S'Albufera des Grau y son consideradas como la mejor zona de Menorca para observar especies ligadas a ambientes salinos. Es el caso de los flamencos, por ejemplo, una población que habita entre las salinas de Addaia y Mongofra y que es uno de los animales más destacados del invierno menorquín. Su presencia, que se ha ido incrementando los últimos años y ha despertado el interés de un creciente número de visitantes.
Esta gran afluencia de usuarios del Camí de Cavalls está comprometiendo la cría de algunas especies y la conservación de plantas endémicas.
Con el objetivo de reducir este impacto y proteger el espacio natural, ya está en marcha un proyecto sobre la zona que se subvencionará con fondos europeos. La actuación contempla la creación de una pasarela para peatones y bicicletas que evite la desviación de los usuarios hacia caminos alternativos en caso de inundación.
También se colocarían una plataforma y varios observatorios de aves alejados de los espacios donde nidifican para protegerlas.
Los flamencos ya hace unas semanas que han llegado esta temporada a Menorca, con una población actualmente de unos 20 ejemplares.