La central de Maó viene cubriendo la demanda eléctrica de la Isla desde el pasado mes de octubre sin recurrir al encendido de sus viejos motores diésel, con diferencia los más antiguos y nocivos para el medio ambiente, instalados en 1991. Por primera vez en 30 años el operador del sistema, Red Eléctrica, no puede ordenar que se pongan en marcha los tres grupos más contaminantes, al menos hasta el año que viene. La razón es que han agotado –más allá de una reserva mínima para emergencias– el límite de uso anual impuesto por la Autorización Ambiental Integrada que otorga el Govern.
La térmica de Endesa en el puerto ha venido basando históricamente su producción de electricidad en esos tres motores que cumplieron su vida útil en el año 2016 y no en las otras cinco turbinas de gas, en comparación mucho más nuevas y sin duda mucho menos contaminantes gracias a que sus emisiones están capadas por el sistema de refrigeración que se alimenta con agua de la depuradora. Pasar a funcionar solamente con las turbinas es una clara mejora ambiental. Cabe subrayar que la puesta en funcionamiento de uno u otro grupo de la central no es decisión de Endesa, sino del operador del sistema, y responde a los criterios de funcionamiento del complejo sistema eléctrico, en el que priman los combustibles más baratos.
Hasta el pasado mes de julio los motores diesel se alimentaban de fueloil. Desde entonces funcionan con gasoil. El fuel quedó erradicado de la central y el hito fue anunciado como algo histórico. La llegada del último petrolero para abastecer de fuel a la central de Maó y el cambio de combustible son momentos cargados de simbolismo en el camino hacia la transición energética, pero en la práctica no tienen un gran efecto sobre el medio ambiente. Al fin y al cabo el gasoil y el fueloil son ambos carburantes altamente nocivos. El primero lo es solo un poco menos, al estar más refinado.
Más significativo para la reducción real de emisiones de la central es lo que ocurrió en silencio hace más de un mes, sin bombos ni platillos: el apagado hasta el año que viene de los viejos motores. Esos que hasta el mismo mes de julio de 2022, cuando dejaron de usar fuel, han sido los que han sostenido la generación eléctrica, con porcentajes de funcionamiento que superaban año a año el 60 por ciento. Dicho de otro modo, tres motores viejos y contaminantes cubrían más del 60 por ciento de la demanda, cinco turbinas nuevas, el resto.
vaya noticion , cuando nos quedemos sin electricidad por averia del unico cable submarino que el GOB dice que es perjudicial ,pues llamais a los ecolojetas, y a ver , el gas que se usa ahora no serviria para las viviendas? tampoco lo quieren , en fin mas mentiras , por cierto los aerogeneradores des Mila siguen parados, a ver si el GOB dice algo de esto....