Montse Morlà, consellera de Movilidad del Consell, se muestra satisfecha de la respuesta de los usuarios al servicio gratuito que ofrece la administración. Ella misma es una de las menorquinas que ha cambiado hábitos para desplazarse en distancias que precisan medio de locomoción. Además de trasladarse en bicicleta, normalmente, ahora utiliza el transporte público.
Para la consellera, el hecho de que el autobús sea gratuito desde el pasado mes de septiembre y lo vaya a continuar siendo durante todo el próximo año, supone una ventaja añadida porque ofrece una opción a todos los residentes, muchos de los cuales la desconocían. «Es un servicio que deberíamos aprovechar, no solo por el uso en sí, sino para que todos lo probemos y consideremos las ventajas que tiene, no únicamente el ahorro que representa», señala.
Tampoco se trata, añade, de coger el autobús en todos los desplazamientos, «pero si hacemos cuatro diarios y tomamos el transporte público en dos ocasiones es indudable que todos vamos a salir ganando», además de hacerlo más.
De cara al futuro, Morlà es de la opinión de que una vez haya concluido la gratuidad del transporte en autobús, «es necesario que los precios de las tarjetas para los abonos sean competitivos, es decir, al alcance de los usuarios con el fin de que lo sigan teniendo como una alternativa muy válida para desplazarse y dejar de lado el vehículo privado».
La consellera señala que un uso mayoritario permitiría adquirir más ventajas como servicio público. «Cuantos más seamos los que lo usemos, más lo mejoraremos y todos saldremos beneficiados» Apunta que el cambio personal de hábitos apostando por el autobús en la Isla es un complemento ideal a la bici, el patinete o a caminar.