El decreto ley aprobado el lunes por el Govern que, entre otras medidas, impide la apertura de nuevas urbanizaciones no tendrá incidencia en Menorca. «Hace años que aquí aplicamos medidas de contención y de protección del territorio independientemente del color político que gobierna. Realmente, el decreto parece inspirarse en el modelo del PTI, creo que vamos bastante por delante en materia de protección territorial», explica Josep Pastrana, conseller menorquín de Economía y Territorio.
La limitación de las piscinas a 35 metros cuadrados, que es una de las medidas contempladas en el citado decreto, es un ejemplo de esa inspiración puesto que es la superficie máxima permitida por el PTI. «Se trata de un decreto enfocado hacia Mallorca y posiblemente a Eivissa, en Menorca se está aplicando una política más coherente con el espíritu de Reserva de Biosfera», agrega. Hace 30 años que esos criterios rigen la política urbanística de la Isla.
Áreas de transición
En Menorca no se contempla la declaración de más suelo urbanizable, que es el freno aprobado por el Govern, salvo las áreas de transición señaladas para cada núcleo urbano y que corresponden a zonas periurbanas, según contempla el PTI. «Estas áreas no están afectadas, los ayuntamiento pueden programar su respectivo crecimiento», precisa Pastrana.
Efectivamente, aquí hace décadas que vamos frenados. Aquí hace décadas que ya no se permite crear nuevas urbanizaciones, nuevas carreteras, nuevos aparcamientos en zonas de playas urbanas o faros. Aquí hace décadas que no se libera suelo para para construir nuevos barrios en los pueblos. En definitiva y con el paso de los años, estaremos más estrechos a medida que la población foránea vaya creciendo, y con precios más altos. Ya se sabe, cuanto menos hay, más vale. Algunos aplaudirán con las orejas, otros no lo verán tan bonito, y otros se resignaran a lo que hay. El futuro, nos dirá si fue un acierto, o fue un confinamiento urbanístico siendo rehenes del espacio urbano limitado. Tal vez, dentro de 10 o 15 años habrá que dar el brazo a torcer, y ceder algo de terreno para construir. Quien sabe.