El mayor parque fotovoltaico de los que se proyectan no solo en Menorca, sino en toda Balears, el Menorca Renovables II, en Maó, con nada menos que 60 megavatios (MW) de potencia, está en riesgo de convertirse en papel mojado en 20 días. Si antes del 24 de enero no recibe el visto bueno de la Comisión Balear de Medio Ambiente, incumplirá con el calendario de hitos administrativos establecido en el Real Decreto 23/2020 y perderá los derechos de conexión a la red.
Los promotores ven como se va acercando la fecha y el proyecto se ha caído del orden del día de los últimos plenos del año de la comisión. Todavía hay esperanza, pero está depositada en una única fecha, la de la próxima reunión plenaria del órgano medioambiental del Govern, fijada para el 19 de enero, y sin margen de error. Este diario ha podido confirmar que en dicho pleno sí figurara la tramitación del Menorca Renovables II en el orden del día, pero no el sentido del dictamen de la comisión.
Fuentes de la Dirección General de Energía del Govern utilizaban un símil baloncestístico para describir la situación generada. «Es como si se lanzara un triple en el último segundo del partido, sobre la bocina». Confían en que el balón entre limpio y no haya que lamentar una derrota muy significativa, la pérdida de un proyecto fotovoltaico que, por sí solo, supondría multiplicar por más de diez la actual potencia instalada en parques solares. Su desarrollo tiene más incidencia que la célebre ampliación de Son Salomó.
El riesgo de perder este proyecto de parque ya movilizó a la Conselleria de Transición Energética en otoño con la declaración urgente del proyecto como estratégico, una maniobra para intentar dar un acelerón a su tramitación y que pudiese superar el trámite ambiental en tiempo. Sí consiguió hacerlo el Menorca renovables III, en Es Mercadal y con una potencia de 30 MW, que ahora tiene su próximo hito fijado en la obtención del interés general en junio.